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La Organización Mundial de la Salud (OMS) ha procedido al reconocimiento oficial del burnout también llamado “síndrome de estar quemado” o “de desgaste profesional” como una enfermedad. Entre los signos y síntomas más comunes de agotamiento se destacan: La alienación de las actividades relacionadas con el trabajo: las personas que experimentan agotamiento ven sus trabajos como cada vez más estresantes y frustrantes. Pueden volverse cínicos sobre sus condiciones de trabajo y las personas con las que trabajan. También pueden distanciarse emocionalmente y comenzar a sentirse adormecidos por su trabajo. -Síntomas físicos: el estrés crónico puede provocar síntomas físicos, como dolores de cabeza y de estómago o problemas intestinales. -Agotamiento emocional: el agotamiento causa que las personas se sientan agotadas, incapaces de hacer frente y cansadas. A menudo les falta energía para hacer su trabajo. -Rendimiento reducido: el agotamiento afecta principalmente las tareas cotidianas en el trabajo, o en el hogar, cuando el trabajo principal de alguien consiste en cuidar a los miembros de la familia. Los individuos con agotamiento se sienten negativos sobre las tareas. Tienen dificultad para concentrarse y, a menudo, carecen de creatividad.
Hans C. Ossebaard en el año 2000 y Weiwei Jiao en el 2018 estudiaron la relación de algunas las frecuencias cerebrales especificas con este malestar y nos dieron con ello la pauta exacta para salir de él y parar el sufrimiento.
