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Procesos de curación
Los cuantiosos datos recabados en los últimos años demuestran la íntima relación existente entre el sistema inmune y el cerebro. Los hallazgos del naciente campo de la neuroinmunología, aún con mucho por explorar, ofrecen nuevas perspectivas sobre las enfermedades y su tratamiento.
Todo indica que interactúan de forma habitual, tanto en la enfermedad como en la salud. Así, el sistema inmunitario en conjunto con el sistema nervioso contribuye a proteger contra cuerpos patógenos como virus y bacterias y también ayuda a soportar el estrés y facilita funciones esenciales del cerebro, como el aprendizaje y el comportamiento social. Además, se le podría considerar como un órgano de vigilancia, que detecta microbios en el seno del cuerpo y a su alrededor e informa al cerebro, tal y como los ojos le envían información visual o los oídos le transmiten señales auditivas. En otras palabras, el cerebro y el sistema inmunitario no solo se encuentran con más frecuencia de lo supuesto, sino que están íntimamente enlazados.
La sincronización neural es una vía de bajo impacto para reforzar puntualmente al sistema inmune como lo demuestran decenas de estudios realizados por científicos expertos en la materia como Nicol N Baganz o Adham M Abdou.
